04 septiembre 2006

EL SORDIDO PAIS SIN NOMBRE

El amor a la paz, tan propio de los que defienden la causa de la justicia, no será jamás ahogado por los dolientes clamores de la humanidad, antes inmolada en el transcurso de tantos dolores. -Simón Bolívar-

Por: José M. Ameliach N.


Los dirigentes políticos que quieren apoderarse del mundo y que últimamente están tan preocupados por unos posibles actos de terrorismos que puedan ocurrir en su suelo, viven y tienen a todo un pueblo en un estado permanente de angustia, sin embargo, esos dirigentes saben que todas esas amenazadas, muy pocas ciertas y muchas inventadas por ellos mismos, se debe a que la implementación y aplicación de su política exterior es perversa; y si se reconoce que la práctica del terrorismo es detestable bajo cualquier punto de vista, porque ellas lesionan a muchas personas inocentes, el terrorismo de Estado también lo es. Hay que considerar que las acciones terroristas, cuando no son de Estado, son llevadas a cabo por un grupo reducido de personas dirigidas por contados individuos, por tal razón su combate tiene que ser personalizado y no recurrir a exterminar a toda una comunidad con el pretexto de que en ella habita un determinado terrorista.

La conducta y reacción asumida por los actuales dirigentes del gobierno de los Estados Unidos -país que no tiene nombre propio por cuanto debería llevar uno después de Estados Unidos, tal como los llevó: Estados Unidos de Venezuela, Estados Unidos de Brasil, Estados Unidos de Méjico etc., pues el que normalmente ellos usan, de América, no es suyo solamente sino que éste es el nombre de toda la América; ese nombre ellos se lo cogieron al igual que ahora pretenden cogerse el “del Mundo” y entonces llamarse Estados Unidos del Mundo- debido a la destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York y parte del Pentágono en Washington D.C. (es curiosa la noticia difundida al mundo de que entre los escombros de este último atentado no se encontraron restos de ninguna aeronave) son acciones terroristas también. No hay otra forma de considerar las acciones terroristas constituidas por los ataques militares, prepotentes y desproporcionados, que desde hace tiempo los gobernantes estadounidenses hacen a los países del orbe por cualquier causa y con los cuales masacran a poblaciones enteras, tal como ha ocurrido y ocurre en Afganistán y la República Islámica de Irak; ataques sin justificación racional y por lo cual fueron calificados personalmente por el Papa Juan Pablo II como inmorales e ilegales.

El mundo ansía que pronto en esa admirada nación, Estados Unidos, donde la inmensa mayoría de su gente es sensible, laboriosa y de un extraordinario talento, se instale un gobierno menos soberbio y guerrerista en el cual la tolerancia sea uno de sus puntos más fuertes para que se busque y se promocione la paz en la tierra y nunca más la conflagración; pues lo que hasta ahora ha logrado es que cada día se le odie más y más a esa nación. Pidamos a Dios para que en este nuevo siglo ilumine a los estadounidenses y entonces llegue a su gobierno personas inspiradas en la bondad y justicia para que toda la humanidad pueda vivir en paz de por vida y que la felicidad sea lo que predomine en las mujeres, hombres, ancianos y niños de esta y futuras generaciones; para que así las muertes despiadadas sean abolidas de la faz de la tierra.

Confiemos en que todo cambiará para bien y esperemos que la animadversión que el Libertador Simón Bolívar sintiera por el gobierno norteamericano pierda su vigencia, para así conseguir una duradera armonía en América; y también en el mundo entero. Es oportuno recordar que en el año 1.818 los gobernantes de los Estados Unidos permitieron y protegieron acciones ilegales contra Venezuela, por lo que el Libertador escribe en tono altivo el 6 de Agosto a Mr. Bautista Irving, agente de aquel gobierno: ¿NO SERÍA MUY SENSIBLE QUE LAS LEYES LAS PRACTICASE EL DÉBIL Y LOS ABUSOS LOS PRACTICASE EL FUERTE? y cuando el asunto en discusión se vuelve tenso, Bolívar, lleno de pasión patriótica, le advierte el 12 de Octubre de ese mismo año:
EL VALOR Y LA HABILIDAD, SEÑOR AGENTE, SUPLEN CON VENTAJA AL NÚMERO. ¡INFELICES LOS HOMBRES SI ESTAS VIRTUDES MORALES NO EQILIBRASEN Y AUN SUPERASEN LAS FISICAS! EL AMO DEL REINO MAS POBLADO SERIA BIEN PRONTO SEÑOR DE TODA LA TIERRA. POR FORTUNA SE HA VISTO CON FRECUENCIA A UN PUÑADO DE HOMBRES LIBRES VENCER A IMPERIOS PODEROSOS.
José M. Ameliach N.
Septiembre de 2.006

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