Siempre seguirá siendo el norte de la Medicina, el ayudar a nuestro semejantes y eso no está perdido en nuestros médicos, pero tampoco debemos olvidar que ellos también son ciudadanos que tienen aspiraciones personales (tener una caso y carro para facilitarse su vida, vestirse y comer bien) y sabemos de médicos que tienen grandes dificultades económicas que viven en lugares incómodos para su paz mental y para dedicar su mente al mejoramiento de sus conocimientos. Creo que la solución sería la verdadera socialización de la medicina como en países europeos.DOBLEFILO–Jorge Mantilla -
15-12-2006
Enfermarse es un albur… en esta sociedad mercantilista, tu salud, mi salud, nuestra salud es un gran negocio… y es un negocio redondo en donde el único que pierde es el enfermo y sus familiares… Las clínicas, los médicos y la industria farmacéutica se confabulan para hacer grandes negocios a costillas de la enfermedad ajena… utilizando a aquellos, quienes por salvar su vida, o la de los suyos, sacrifican todos sus bienes de beneficio de una industria fría, impersonal y sádica a quien solo le interesa su propio beneficio… La industria es tan inhumanamente cruel que explota a médicos, técnicos y enfermeras pagándoles sueldos miserables que les obligan a afrontar una multiplicidad de guardias, o al poli-camburismo cambiando eficiencia en el trabajo por el “estatus” social que les exige esta sociedad de consumo…
Los dueños de clínicas, casi siempre profesionales mediocres, logran beneficios de miríadas por ciento en pobres instalaciones suplidas muchas veces de instrumental y aparatos birlados en los hospitales públicos en donde prestaron sus servicios; o asociados a oscuros capitales a quienes solo le importa el beneficio neto… Los médicos quienes se graduaron en universidades del estado, gratuitas naturalmente, pero quienes con algo de suerte (palancas) y con un concepto elitesco del ejercicio de la profesión, no se les arruga el ojo al momento de solicitar varios millones de bolívares por la labor desempeñaran en tan solo unos pocos minutos… Aquellos quienes se ajustan en alguna forma a su juramento hipocrático son, a vista de los primeros, unos pendejos asalariados con sueldos miserables… La industria farmacéutica, se lleva las palmas, en esta competencia de expoliación al paciente, al mercadear unos cuantos centavos de productos químicos por varios miles de bolívares; escudándose en las “patentes” y la “publicidad”… Y no digamos la industria de prótesis, instrumental o aparataje clínico quien obtiene fabulosas ganancias con tan solo una ínfima inversión…
Y en todo esto, quien paga es el paciente, o sus familiares… y si no tiene como hacerlo, hasta hace poco estaba destinado a pasar por el suplicio de las instituciones públicas, igual o peor de onerosas que las privadas… pero sufragadas por el estado, estas instituciones son un barril sin fondo de la administración publica… con el agravante de que no sirven para nada… grupos de mafias, de médicos hampones, enfermeras cómplices y bedeles comprados se confabulaban para hacer de esas instituciones coto de caza… el robo inclemente de insumos, instrumentos y medicinas es una abierta practica; y de una aparente legalidad dada la impunidad con que se hace… El poli-camburismo y el reposerismo es otra vena abierta por donde se desangra el presupuesto asignado…
Los familiares de los pacientes se ven obligados, en estas establecimientos, a adquirir medicinas en un mercado negro las cuales han sido robadas minutos antes… ese mercado ilegal lo manejan las enfermeras, en complicidad naturalmente con médicos y personal administrativo, te ofrecen los medicamentos bajo el antifaz de una distribuidor de medicinas quien da descuentos mayores que las grandes cadenas de farmacias y un reparto a domicilio que tiene como punto de partida los depósitos ocultos en la misma institución…
Esto se viene acabando con Barrio Adentro; esta misión de la Revolución Bolivariana no solo ha demostrado que estos vicios son subsanables si hay la voluntad de los involucrados, sino que, entre otras cosas, se hace eminentemente necesaria la total socialización de la medicina en Venezuela… hacer que esta prometedora misión, que tanto preocupa a los mercantilistas de la profesión, se haga nacional.
Pero no solo eso, sino que sustituya además al sádico mercantilismo de la red privada de salud… Una medicina UNICA y social que vea el beneficio del paciente y no el del medio que la controla debe ser una prioridad nacional, aunado esto a una industria farmacéutica nacional que ignoré patentes corsarias y produzca medicamentos a bajo precio… Un nuevo concepto en el estudio de la carrera medica bajo un pensamiento netamente social y no elitesco y mercantilista, como es el que inculcan hoy en día nuestras universidades, las cuales tradicionalmente han sido centros de estudios regidos por elefantes blancos del cuarto republicanismo; quienes hoy con disfraz revolucionario pretenden seguir medrando en la educación superior.
La medicina social debe ser totalmente gratuita, única, e igual para todos… así como el suministro de medicamentos no debe representar desembolso económico alguno para los pacientes; los costos deberán ser sufragados por un sistema de bienestar social único y eficiente, que agrupe todos los seguros… El salario de toda la escala de los trabajadores de la medicina deberá ser debidamente tabulado para la recepción de un salario justo en relación de sus estudios y experiencia… y dentro de la moral revolucionaria y ética médica; la medicina deberá volver a ser el apostolado que una vez fue… y el merito del buen médico medido en su capacidad de curar y NO en la de cobrar.
JotaDobleVe
JWekker@GMail.com
Publicado en La Hojilla Impresa
20/12/2006
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