08 febrero 2007

Audio-bombillo...

cuidao... cuidao... ¡¡¡te escuchan!!!
La ignoracia con tiempo y esfuerzo se cura, la estupides NO...
Texto: Roberto Malaver

Es tan bella tan bella, que vista de frente parece que estás soñando. Cynthia Machado Zuloaga se puso un día la belleza y echó a andar por el mundo. Y allí está muerta de la risa contando el último rumor del Country.

—La señora de servicio de la casa vecina, amigo, se trajo un bombillo, de esos que están colocando por allí ustedes los chavistas. Y todas las noches, en su cuarto, quitaba el bombillo burgués, es decir, el bombillo de la casa de los vecinos, y colocaba su bombillo marginal allí, y luego se paraba a hablar con ese bombillo durante toda la noche.

Toma agua de su botellita y llama al mesonero y le dice que le traiga otra, porque la risa le produce mucha sed. El mesonero, como siempre, la ve con esa cara de película porno triple X, y le pregunta.

—¿Algún otro deseo?, señorita.

—Tengo muchos, pero ninguno que compartir con usted.

—Qué lástima, dice el hombre y se retira.

Ella sabe que el mesonero la desea ardientemente, y siempre lo trata con picardía. Y sigue diciendo.

—Te cuento que el hijo de la señora Salvatierra llegó un poco tarde en la noche, y cuando pasó por el cuarto del servicio vio que la luz estaba encendida y escuchó que alguien estaba hablando. Se acercó a la ventana y pudo escuchar a la señora cuando decía: “Compañero, recibe un saludo revolucionario, la casa está en calma, la familia oligarca, donde estoy trabajando en estos momentos, está durmiendo, sólo el hijo anda de rumba por esas calles”.

El chamo se alzó por la ventana y pudo ver a la señora que estaba pegada al bombillo, como si fuera un micrófono. Aquéllo fue suficiente, el muchacho entró y desconectó el bombillo y llamó a sus padres y botaron a la señora porque estaba pasando un informe político a Cuba.

Se mueve en su asiento, muerta de la risa, y cruza su pierna derecha sobre su pierna izquierda y el mesonero quedó sorprendido por un instante, pero luego volvió en sí.


—La gente de la oposición ha ido enloqueciendo a paso de vencedores. Han fracasado con un rotundo éxito. En todo. Y ponen a correr, de boca en boca, los rumores más inverosímiles. Y así no se llega al poder, amigo.

El centro San Ignacio está casi solo, sin embargo, siento que con la presencia de Cynthia se llenan todos los espacios. Su risa salta por encima de las mesas y rebota en el Audi que está esperando por ella.

Suena su celular y dice:

—Hola papi, ¿me estás llamando por un bombillo?

Nos reímos del chiste y luego se levanta, me da un beso y va caminando con una clase que no es de este mundo, hacia el Audi, donde su chofer la espera con la boca abierta.

Por: Roberto Malaver

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