07 mayo 2007

LA TORRE DE BABEL EN LA DOCTRINA BOLIVARIANA

Este es un escrito para llamar a la reflexión, en momentos en que la sociedad venezolana está dividida en dos corrientes ideológicas irreconciliables, que se alejan cada vez más del punto de convivencia, paz y armonía social que exige la FELICIDAD de la patria en su Ideología Bolivariana; puesto que vivimos una controversia permanente que se profundiza con la propuesta del PSUV como el Partido Socialista Unido de Venezuela, que pretende agrupar a todos los partidarios del Presidente Chávez en un sólo Partido político, con la resultante de confrontar también a los propios militantes “chavistas”, simpatizantes, arribistas y oportunistas, en sus pretensiones de Poder y Protagonismo dentro del nuevo Partido político de la revolución, que se pretende llevar a cabo en una jornada nacional de inscripción y participación que amenaza con la infiltración de los enemigos del proceso, y de los testaferros del imperialismo antibolivariano, que desde siempre han conspirado por el fracaso de la revolución.

Por: Jorge Mier Hoffman
ACLARATORIA: pido excusa si soy un fundamentalista Bolivariano al momento de exponer mi visión política sobre este asunto, pero en mi defensa, esta Revolución se sustenta en la Doctrina de Simón Bolívar, como lo señala expresamente la Constitución Bolivariana de Venezuela en su artículo 1º, la cual fue votada mayoritariamente por el pueblo, como un caso inédito de todas las Constituciones del planeta.

Nos refiere la Biblia en el Capítulo 11 del Génesis, que la tierra estaba habitada por hombres que hablaban un sólo idioma y donde todos eran iguales… Pero ante la arrogancia de querer llegar a Dios a través de una inmensa Torre que los llevaría al cielo, el Todopoderoso hizo que los hombres ya no se pudieran comunicar entre sí, y fue así como surgieron los idiomas, los colores de piel, las clases sociales y las religiones

A diferencia de Yahvé y su Torre de Babel, Simón Bolívar edificó un RASCACIELOS para que pudieran llegar a él todas las corrientes filosóficas, que, sin importar el color político, su adoctrinamiento partidista y creencias religiosas, tuviesen un sólo ideal en común: La Felicidad de la Patria… y así lo proclamaba a los cuatro vientos:
“El patriotismo es un fuego sagrado que no puede estar oculto… La patria exige cada día nuevos sacrificios, y es necesario darle hasta el último aliento de la vida... La salud de la patria consiste en no ahorrar sacrificios… Mi espada y mi corazón siempre serán de la Gran Colombia, y mis últimos suspiros pedirán al cielo su FELICIDAD
Simón Bolívar
Para Bolívar, el amor a la patria era el lazo de “unión” entre las distintas corrientes políticas que perturbaban la paz social en la Gran Colombia, como una Confederación Territorial Bolivariana que agrupaba a las seis naciones liberadas por su espada (Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia)… De allí su última Proclama, cuando el sepulcro era el último de los sacrificios que hacía por la felicidad de sus conciudadanos:
“Si mi muerte contribuye a que cesen los Partidos y se consolide la unión, yo bajare tranquilo al sepulcro”
Simón Bolívar
La muerte de los Partidos Políticos que se infiltraban en los Cargos Públicos bajo la figura de “representantes del pueblo”, y la consolidación de un Movimiento de Unidad Nacional conformado por todas las corrientes ideológicas que trabajan por la FELICIDAD de la patria, es la concepción filosófica de la Doctrina Bolivariana donde tienen cabida todas las corrientes políticas de carácter nacionalistas.

Bolívar estaba conciente de que los partidos políticos surgieron como las religiones, aprovechando el momento histórico donde la injusticia social, la desesperanza y la avidez de ciertos personajes, crearon instituciones con un trasfondo Financiero que se nutrían de la ignorancia y la inocencia de los pueblo; por lo tanto, la existencia de los Partidos políticos constituyen hechos recientes en la historia de las naciones, ya que no existieron en las antiguas civilizaciones, ni en Grecia ni en Roma donde surgieron los estamentos políticos; como tampoco en la Europa medieval ni mucho menos en las colonias americanas

Durante la Revolución Francesa destacados revolucionarios condenaron la proliferación de los partidos o facciones que aglutinaban un colectivo sumiso a los discursos políticos, como el sabio marqués de Condorcet, insigne personaje de la ciencia y la política, quien afirmaba que: “Una de las necesidades fundamentales de la República Francesa es no tener ningún Partido político, porque ello significa secuestrar la voluntad popular para supeditarla a los designios de una facción de oscuros intereses”

Es el caso de Cuba, donde Fidel Castro tuvo la sapiencia de advertir los peligros para una Revolución acechada por los Partidos políticos, razón por la cual se legalizó un solo Partido; que es lo mismo que decir que no hay Partidos políticos, ya que el Partido Comunista de Cuba (PCC) fundado el 3 de octubre de 1965, es el único Partido legalmente constituido por la Constitución de la Isla de Cuba

Cabe recordar, que durante el proceso de la independencia neogranadina, los disidentes mal llamados “progresistas” y los “conservadores” partidarios a la ideología por la “unión” que proclamaba Simón Bolívar, se vieron en la necesidad de organizarse en un Partido que proclamaba el CENTRALISMO, para enfrentar electoralmente a los que invocaban el FEDERALISMO que aupaban la tesis separatista de Francisco de Paula Santander. Esta controversia político-partidista angustiaba a Simón Bolívar, como lo evidencia esta Carta que dirige al Gran Mariscal, Antonio José de Sucre el 18 de agosto de 1826:
Digo UNIÓN, porque después pedirán las formas federales como ha sucedido en Guayaquil, donde apenas se oyó federación y ya se pensó en la antigua republiquita. Creo que en Venezuela será indispensable hacer una reforma importante a fin de que una autoridad muy fuerte y muy inmediata contenga los Partidos (…) Pienso, pues, que el Estado de Venezuela debe equivaler al de Bolivia, así como el del resto de Colombia al Perú. Seria muy conveniente que Bolivia se preparase para esta unión, no con el Perú solo sino también con Colombia. El plan parece que debe ser éste: en cada estado un vicepresidente (…) el Presidente General debe tener un Vicepresidente y sus ministros también generales. Para llenar este fin creo indispensable nombrar a Santa Cruz para Bolivia y que Vd. sea el vicepresidente General. Para el Perú no faltará un hombre de mérito. Si Vd. se rehúsa a este servicio también lo haré yo y todos perecerán en medio de una confusión espantosa
Simón Bolívar
Por el contrario, en Venezuela no se organizaron los partidarios de Bolívar, sino los grupos separatistas que se constituyeron en un Partido políticos bendecido por la iglesia católica que se declaraba abiertamente enemiga del Libertador. Este grupo disidente fue subestimado por Bolívar con el nombre de “la Cosiata”, ya que aprovecharon la ausencia del Padre de la Patria, y en el año de 1829 anunciaron su separación de la Gran Colombia y declararon a Simón Bolívar enemigo de la patria… Fue la traición que ya advertía el Libertador:
“Tengo la más completa seguridad de que podré aquietar, sin mucho trabajo, los Partidos que han dividido a Venezuela con motivo de las cosas de Valencia y de Páez”
Simón Bolívar
Esta proliferación de “partidos políticos” es lo que en la filosofía moderna se conoce como “POLIARQUÍA” donde el gobierno usurpa la voluntad popular bajo el principio delictivo de la “representación popular”; donde, si bien está conducido por una pluralidad de grupos políticos que compiten entre sí, la corrupción, la avaricia y la avidez del Poder en perjuicio de la “justicia” y la FELICIDAD de la patria, mantienen en zozobra la paz social que reclama la ciudadanía… Es la mal llamada “democracia” que se instaura por un “polipartidismo” que, no obstante sus distintas tendencias ideológicas, siglas y colores que los identifican, tienen en común la codicia del “PODER” para beneplácito de sus militantes… en fin… es la “partidocrasia” que resulta aún más nefasta que la propia dictadura..!

La “partidocrasia” es una pseudo democracia que en la práctica desnaturaliza la “voluntad popular” como el principio filosófico de la Democracia Bolivariana, que entiende la democracia, no como una facción política, sino como una constante renovación de los cuadros del gobierno en los cargos públicos… Al respecto nos señaló el Libertador:
Por lo mismo que ninguna forma de gobierno es tan sensible como la DEMOCRACIA, su estructura debe ser de la mayor solidez y sus instituciones consultarse constantemente para que haya estabilidad. Si no es así, contemos que se establece un ensayo de Gobierno, y no un Sistema permanente; contemos con una sociedad díscola, tumultuosa y anárquica, y no con un establecimiento social donde tenga su imperio la FELICIDAD, la paz y la justicia
Simón Bolívar
En el Bolivarianismo, las distintas corrientes ideológicas se constituyen el Colegios Electorales durante el proceso del sufragio, y con la misma mesura desaparecen del escenario político con el anuncio de los escrutinios

El la Doctrina Bolivariana no existe el Partido Político como organización protagónica y contaminante de la paz social que reclama la FELICIDAD de la patria. De allí la proclama agonizante de un hombre que sacrificó todo; y la advertencia sobre la maldición de los Partidos Políticos como organización chantajista, ventajista y protagónica de la acción del Gobierno Municipal, Estadal y Nacional. ¿..Por qué..? Por que el Partido Político, por su naturaleza populista, siempre será secuestrado por nefastos personajes que hábilmente manipulan el intelecto de los cautos votantes, a través de cuantiosas inversiones en PUBLICISTAS que venden imagen como un “producto de consumo masivo”, aunado a un discurso demagogo y ventajista para embaucar al incauto colectivo que les permite anunciarse como “representante del pueblo”. Son, en su mayoría, los políticos que se acantonan en el Congreso Nacional, en las Asambleas Legislativas Regionales, los Cabildos Municipales y la Parroquias, para convertir estas instituciones, de Servicio Comunitario, en parcelas políticas donde se negocian los dineros del pueblo. Al respecto de esta “lacra polítiquera” decía el Libertador:
“Jamás un Congreso ha salvado una República, por la dificultad que hay para componer un buen Congreso. Los hombres de mérito no van a él porque los caminos son horribles y las distancias inmensas. Solamente los majaderos e intrigantes se encargan de la representación popular”
Simón Bolívar
Y precisamente esta ha sido la constante en toda nuestra historia republicana:

Político que se hacen llamar “representante del pueblo”, y luego que gana la elección, usan el CARGO para pagar favores electorales y para financiar al Partido político que lo postuló como Candidato… en fin, ha sido una constante en la mayoría de los gobernantes, caer en la tentación de convertir el Cargo Público en una hacienda de parcelas para pagar favores políticos, emplear a su militancia y un lugar para hacer negocios… Es la secuela de corrupción que siempre va a la par de los Partidos políticos que dominan la gestión del gobierno, para alimentar la anarquía social en medio de la confrontación política, la guerra mediática y el discurso conflictivo, crítico y desgarrador, que enrarecer el ambiente social de una patria que reclama paz, esperanza y sosiego en la eterna búsqueda de la FELICIDAD:

“En los países donde reina la -Partidocrasia-, apenas se logra el triunfo electoral y el pueblo celebra a su gobernante, ya la oposición se prepara a derrocar al nuevo gobierno que aún no ha comenzado. No importa si lo hará bien o lo hará mal; eso no importa: apenas finaliza el conteo electoral, los Partidos de la oposición apuestan al fracaso; y para ello, apoyan de manera irracional todo lo que perjudique al país, y conspiran de manera iracunda a favor del fracaso del nuevo gobierno para acelerar el deterioro social… Es lo que los políticos llaman Democracia Partidista o Representativa, que es muy distinta a la Democracia Participativa o Bolivariana, donde no tienen cabida los Partidos Políticos”

Por ello, el Libertador nos advirtió sobre el peligro de los Partidos Políticos como ACTORES protagónicos, permanentes y preponderantes de la convivencia nacional y la paz social:
“Yo no conozco más Partido que aquél que le devuelva al pueblo su Soberanía para que rehaga su Pacto Social”
Simón Bolívar
Para el Libertador, la Patria no era una hacienda que se divide en parcelas para el gozo y disfrute de los Partidos Políticos y sus militantes… La patria es un asunto de Soberanía, es la voluntad mayoritaria de los conciudadanos, es la suma de todas sus partes conflictivas en un sólo Ideal Nacional, y un estilo de Gobierno en la búsqueda de la FELICIDAD a través del Pacto Social que acuerdan la mayoría de los ciudadanos; por ello Bolívar sentenció:
“Debe oírse la voluntad del pueblo para que se cumpla en todas sus partes: Si quieren fortificar la República que la fortifiquen; si quieren debilitarla o destruirla que la destruyan; pero que todo esto se haga por las instrucciones escritas de los Colegios Electorales”
Simón Bolívar
Eso es BOLIVARIANISMO..! Es la unión del colectivo en torno a una doctrina fundamentalista en su concepción nacionalista, que busca la “FELICIDAD” como un consenso de las mayorías, y no por la imposición doctrinaria de las individualidades político-partidistas; ni por la copia y la imposición de modelos exógenos a nuestra idiosincrasia venezolanista.

La “FELICIDAD” individual es la búsqueda de la excelencia como el mejor Sistema de Gobierno que idealizó el Padre de la Patria, basado en nuestras realidades históricas, ancestrales y culturales; y a nuestro acontecer indigenista y del mestizaje indoeuropeo que heredamos de nuestros antepasados… Al respecto Bolívar nos señaló el camino hacia la “FELICIDAD”:
“La excelencia de un gobierno no consiste en su teoría, en su forma, ni en su mecanismo, sino en ser apropiado a la naturaleza y al carácter de la nación para quien se instituye”
Simón Bolívar
Pretender edificar una Torre de Babel donde todos hablemos un mismo idioma, tengamos un solo color y una sola manera de pensar, como quiso Yahvé, es un abismo infranqueable en la Doctrina Bolivariana, que sustenta su estamento ideológico, no en un Partido Político ni en el fundamentalismo filosófico de una facción política, sino en el pluralismo ideológico que nos lleva a la “FELICIDAD” individual, como la excelencia del Sistema de Gobierno que deberá reinar en Venezuela… y así lo ordenó el Padre de la Patria:
“Tan solo el pueblo conoce su bien y es dueño de su suerte; pero no un Poderoso, ni un Partido ni una facción. Nadie sino la mayoría es soberana y dueña de su destino”
Simón Bolívar
Pero la “FELICIDAD” no es una ideología que alimenta el intelecto ni se impone por estatutos de manera doctrinaria

La “FELICIDAD” es un estado de ánimo, un sentimiento personal y una condición de vida que se manifiesta diferente en cada individuo… Por ello podemos afirmar, que la “FELICIDAD” colectiva es una utopía inalcanzable, más no la felicidad individual que cada uno de nosotros es capaz de expresar en su estado anímico; y por el contrario a lo que se pudiera interpretar de esta aseveración, la FELICIDAD COLECTIVA es la manifestación egoísta y arbitraria de una facción que se atribuye el derecho de interpretar las querencias de las mayorías, tal cual sucede en los regímenes totalitaristas, léase “capitalistas” o “comunistas”; por ello Bolívar dictaminó la siguiente sentencia:
“La prosperidad del país vendrá, cuando los ciudadanos tengan el derecho de gozar y disponer libremente de sus bienes y del fruto de su talento, industria y trabajo”
Simón Bolívar
El derecho de gozar y disponer de sus bienes y del fruto de su talento, industria y trabajo”, es la concepción económica del Bolivarianismo que conlleva necesariamente a la prosperidad de la patria y la FELICIDAD de sus conciudadanos, como la razón de Ser y de existir de cada persona; porque la FELICIDAD de la patria está en la libertad individual de sus habitantes, tal cual resumió el inmortal héroe cubano José martí:
“La FELICIDAD general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes”
José Martí
Es decir, la libertad de “gozar y disponer” de los bienes que por derecho bolivariano tenemos todos y cada uno de los ciudadanos de la patria. Donde el Estado, como propulsor y rector del bienestar social, impone la dictadura de la “JUSTICIA”, porque sólo en un país donde reina la “justicia” es posible la FELICIDAD general; porque “justicia” es también sinónimo de “igualdad” que conlleva a la igualdad de oportunidades, igualdad en la repartición de las riquezas del estado e igualdad en la aplicación de la justicia.

El derecho de gozar y disponer de sus bienes y del fruto de su talento, industria y trabajo”, tal cual como definió el Libertador la prosperidad de la patria, nunca podrá catalogarse de “Individualismo Capitalista”, ya que fue enunciada por el Padre de la Patria y Padre del Socialismo en América, Simón Bolívar… Como tampoco puede ser interpretada como una actitud egoísta del hombre ante la sociedad, como ha sido tradicionalmente estigmatizada por el fundamentalismo “marxista-leninista” para justificar el término de “igualdad” en su intención de cautivar adeptos… Ni mucho menos es el “coco” ni la mezquindad que se infunde para manipular el concepto de “socialismo” en contra del “capitalismo”, ya que, a diferencia del Bolivarianismo como una Doctrina humanista, de consenso y socialista en su interacción con el hombre y los medios de producción, tanto el “comunismo” como el “capitalismo” son dos posturas antagónicas y esclavistas que se excluyen mutuamente, y que han sido los causantes de dos guerras mundiales; mientras que el Bolivarianismo, por el contrario, ha llevado independencia y la FELICIDAD a los pueblos.

Mientras las corrientes “comunistas” y “capitalistas” son extremistas, fundamentalistas e irreconciliables en el campo social y económico, por el contrario, en la Doctrina Bolivariana tienen cabida todas las corrientes filosóficas que tengan en común: La Felicidad de la Patria… Porque para el Bolivarianismo, la “FELICIDAD” es simplemente la naturaleza humana en la búsqueda del bienestar colectivo que nos entregó el Padre de la Patria en su modelo de Gobierno, como la herencia más preciada de su Revolución; y así lo anunció al mundo en el Congreso de Angostura, cuando el 15 de agosto de 1819, Simón Bolívar anunció al mundo su disposición de liberar el Continente:
“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma de FELICIDAD posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”
Simón Bolívar
Por: Jorge Mier Hoffman


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